Buenos Aires, 9 de agosto de 2025 — El caso de Diego Fernández Lima, un joven desaparecido en 1984 y cuyos restos fueron encontrados recientemente en una propiedad lindera a la casa donde vivió el músico Gustavo Cerati, ha generado un giro significativo en la investigación judicial.
El hallazgo de los restos óseos, ocurrido en mayo de este año en el barrio porteño de Coghlan, dio inicio a una reactivación del expediente que había permanecido cerrado por más de cuatro décadas. Mediante análisis genéticos, se confirmó la identidad de Diego, quien tenía 16 años al momento de su desaparición.
Las pericias forenses indican que el joven sufrió heridas punzantes y posibles intentos de descuartizamiento, por lo que la Fiscalía considera que se trata de un homicidio. El principal sospechoso es Cristian Graf, excompañero de escuela de Diego y residente en la propiedad donde se hallaron los restos. Sin embargo, las circunstancias exactas del crimen aún no han sido esclarecidas.
En los últimos días, la familia de Diego ha tomado un rol activo para evitar que el caso prescriba y quede impune. Javier Fernández, hermano del joven, anunció la intención de promover una ley que permita reabrir casos antiguos de desapariciones y crímenes, buscando así garantizar justicia en situaciones similares.
Además, nuevos testimonios y versiones contradictorias, especialmente las presentadas por el principal sospechoso, han añadido más complejidad a la investigación, que continúa bajo estricta reserva judicial.
Recuento de los hechos:
- En 1984, Diego Fernández Lima, un adolescente de 16 años, desapareció misteriosamente en Buenos Aires.
- Durante más de 40 años, su familia buscó sin éxito respuestas sobre su paradero.
- El 20 de mayo de 2025, restos humanos fueron hallados en una fosa poco profunda en una propiedad de Coghlan, cercana a la casa donde vivió Gustavo Cerati.
- Tras análisis de ADN, se confirmó que los restos pertenecen a Diego Fernández Lima.
- Peritajes forenses revelaron heridas compatibles con homicidio.
- Cristian Graf, excompañero de escuela y habitante de la casa, es el principal sospechoso.
- En agosto de 2025, la familia impulsa una iniciativa legal para evitar la prescripción del caso y seguir buscando justicia.
Este caso ha conmocionado a la sociedad argentina y ha puesto en la agenda pública la importancia de revisar y actualizar las leyes sobre crímenes no resueltos del pasado, buscando que la justicia alcance a las víctimas, sin importar el tiempo transcurrido.