Buenos Aires, 8 de septiembre de 2025. — El presidente argentino Javier Milei enfrentó este domingo un golpe político de alto impacto tras perder de manera contundente las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, el distrito con mayor peso electoral del país.
Con más del 95 % de las mesas escrutadas, la oposición peronista se impuso con aproximadamente el 47 % de los votos, frente al 34 % obtenido por La Libertad Avanza, la fuerza gobernante. La diferencia de más de 13 puntos porcentuales marca la primera gran derrota electoral de Milei desde su llegada a la Casa Rosada en diciembre de 2023.
El mandatario reconoció el traspié en un mensaje televisado, al que calificó como una “clara derrota”, aunque aclaró que no significará un cambio en la dirección de sus políticas económicas. “Hemos cometido errores que revisaremos para no repetir, pero no vamos a renunciar al rumbo que nos propusimos para sacar al país adelante”, afirmó.
La provincia de Buenos Aires concentra casi el 40 % del padrón electoral argentino, lo que convierte cualquier elección en ese territorio en un termómetro decisivo para la gobernabilidad. La victoria peronista fortalece a la oposición en el Congreso y anticipa un escenario de mayor tensión en el debate legislativo de los próximos meses.
Analistas políticos señalaron que el resultado refleja el desgaste de las medidas de ajuste impulsadas por el Ejecutivo, en un contexto de recesión y creciente conflictividad social. También destacaron que la votación podría influir en el clima de cara a las elecciones legislativas nacionales del próximo 26 de octubre.
Mientras tanto, desde la oposición, los dirigentes celebraron lo que consideran un “freno a las políticas de shock” del gobierno. Voceros del peronismo remarcaron que el voto bonaerense “abre un camino de equilibrio” frente a las reformas impulsadas por Milei en materia económica y social.
La derrota en Buenos Aires, coinciden observadores locales e internacionales, representa un desafío mayúsculo para la administración libertaria, que deberá buscar nuevos consensos políticos si quiere avanzar con su plan de reformas estructurales.