Milei recorta privilegios al fútbol: los clubes deberán pagar casi el doble en cargas sociales
Buenos Aires, 2 de agosto de 2025 — En una medida que sacude los cimientos del fútbol argentino, el gobierno del presidente Javier Milei oficializó el aumento de las contribuciones patronales que los clubes deben abonar por sus futbolistas, elevando la carga total del 7,5 % al 18,62 %. La decisión, defendida como una forma de “terminar con los privilegios de los millonarios subsidiados por los jubilados”, desató una fuerte reacción de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que acusa al Ejecutivo de querer imponer a la fuerza las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD).
El incremento se instrumentó mediante la disposición 16/2025 del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger. La normativa elimina el régimen previsional especial que beneficiaba a los clubes desde 2001, y establece una nueva tasa base del 13,06 %, a la que se suma un adicional transitorio del 5,56 % por el plazo de un año.
La medida afecta directamente todos los ingresos del fútbol profesional: entradas, derechos de televisación, transferencias, contratos publicitarios, apuestas y comisiones. Según fuentes oficiales, durante 2024 los clubes generaron más de 324 millones de dólares en ventas de jugadores, pero apenas aportaron una fracción al sistema previsional.
“Este modelo permitía que mientras los clubes vendían jugadores por cifras millonarias, el sistema jubilatorio arrastraba un déficit insoportable”, declaró Sturzenegger. “Era hora de terminar con el festival de privilegios”.
El gobierno sostiene que el nuevo esquema busca equilibrar las cuentas públicas y mejorar la cobertura previsional, que cayó al 33 % en el primer semestre del año. Estiman que el régimen anterior generó un faltante superior a los 19.900 millones de pesos.
La AFA en pie de guerra
La reacción no se hizo esperar. La AFA difundió un comunicado titulado “La mentira, a la orden del día”, en el que rechaza las acusaciones y denuncia una “maniobra política para ahogar financieramente a los clubes” y forzar la transformación del fútbol argentino en un negocio privado.
“Se trata de una ofensiva sin precedentes. Nunca fuimos convocados a discutir esta modificación, ni se consideraron nuestras propuestas. Esto no es reforma, es imposición”, expresó Pablo Toviggino, tesorero de la entidad.
Desde Viamonte sostienen que el cambio afecta especialmente a los clubes de ascenso y del interior, que dependen en gran parte del apoyo estatal y del desarrollo juvenil. Advierten que la medida pondrá en riesgo becas, divisiones formativas y estructuras regionales.
¿Fin del fútbol como lo conocemos?
Más allá del enfrentamiento político, el cambio podría tener consecuencias de largo alcance para el modelo actual del deporte en el país. Mientras el gobierno apuesta a una mayor formalización y eficiencia, los críticos temen una “elitización” del fútbol y un colapso de los clubes sociales que sostienen a miles de chicos en barrios vulnerables.
“Este no es un ataque a los clubes, es una corrección necesaria. Los argentinos no pueden seguir financiando un negocio millonario mientras cobran jubilaciones mínimas”, afirmó Milei en redes sociales.
El conflicto apenas comienza. Desde la AFA no descartan medidas judiciales o incluso protestas institucionales. Y aunque el Gobierno niega un plan directo para imponer las SAD, la tensión creciente reaviva viejas sospechas.
Por ahora, el único resultado concreto es que el fútbol argentino ya no juega con ventaja.