El Gobierno nacional y el sistema bancario atraviesan un momento de notable tensión tras la aplicación de nuevas medidas de liquidez impulsadas por el Banco Central (BCRA) en respuesta a una caída abrupta del peso y una creciente presión sobre el tipo de cambio.
La normativa ordena que los bancos cumplan con los requisitos de encajes de manera diaria —en lugar del sistema mensual anterior—, incrementa ciertos tipos de encajes y endurece las sanciones por incumplimiento. Estas modificaciones implican que los bancos deben inmovilizar liquidez en forma permanente y pagar costos elevados para su financiamiento operativo
Durante una reunión virtual, Darío Stefanelli, responsable del área de emisión y regulación del BCRA, atendió más de cien reclamos de ejecutivos de entidades como Banco Galicia, Santander, Macro y BBVA Argentina. Según fuentes conocedoras del encuentro, Stefanelli se limitó a responder: “Yo solo explico las reglas”
El malestar creció significativamente desde finales de julio, cuando el Gobierno intentó absorber pesos del mercado con la venta de deuda en moneda local para frenar la demanda de dólares. La estrategia coincidió con una devaluación cercana al 12 % del peso, la más fuerte desde la devaluación al inicio de la gestión Milei
La situación se agravó el 13 de agosto cuando el Gobierno solo logró refinanciar el 61 % de la deuda en pesos que vencía, cubriendo el resto mediante reservas del BCRA. Esta maniobra implicó una liberación de unos 6 billones de pesos hacia la economía, que exigió medidas adicionales de liquidez para evitar una inundación monetaria
Como consecuencia, las tasas en operaciones de cauciones bursátiles se dispararon hasta un 80 % anual en operaciones de un día, mientras que las letras del Tesoro a un mes alcanzaron tasas del 71 %
En conjunto, estas medidas evidencian un creciente conflicto entre la necesidad de estabilizar el peso y el foco en mantener la rentabilidad y operatividad de los bancos, tradicionalmente aliados del Gobierno. La sostenibilidad de esta estrategia, en un contexto de recesión, inflación persistente y elecciones legislativas en octubre, sigue siendo un interrogante para los próximos meses.