Tres décadas después del atentado que marcó un antes y un después en la historia argentina, el país volvió a alzar su voz contra la impunidad y el terrorismo. Este viernes, en un emotivo acto en la ciudad de Buenos Aires, la comunidad judía, familiares de las víctimas y referentes institucionales recordaron a los 85 fallecidos en el ataque a la sede de la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994.
La ceremonia no solo estuvo atravesada por el dolor y la memoria, sino también por un firme llamado a la acción. Desde el escenario montado frente al edificio de Pasteur 633, Osvaldo Armoza, actual presidente de la AMIA, instó al gobierno argentino a asumir un liderazgo internacional en la lucha contra el terrorismo. “Es momento de que Argentina impulse una alianza global para combatir esta amenaza que no reconoce fronteras”, expresó ante una multitud conmovida.
Este año, el homenaje tuvo una proyección internacional inédita: por primera vez, el Parlamento de Israel rindió un tributo oficial a las víctimas del atentado, reconociendo el impacto del ataque no solo en Argentina, sino en toda la comunidad judía mundial. El gesto fue recibido en Buenos Aires como una señal de respaldo y compromiso global frente a la persistente falta de justicia.
A pesar del paso del tiempo, el expediente judicial del caso AMIA sigue abierto, sin condenas firmes. Los familiares de las víctimas reiteraron su frustración ante la impunidad, pero también destacaron la importancia de mantener viva la memoria como motor de cambio. “No hay